La relación de Canarias con la comida japonesa se remonta a más de 50 años, cuando en 1968 se abrió el primer restaurante japonés de España en Las Palmas de Gran Canaria. Es fácil pensar que, en un enclave turístico, sashimis, makis y nigiris tendrían más aceptación ante la posible demanda de británicos, holandeses o
alemanes pero lo cierto es que también tuvo mucha importancia la amplísima comunidad nipona que hacía temporada en la ciudad por la presencia de la flota atunera japonesa en la capital.
Poco o nada tiene que ver aquella época con el actual momento que atraviesa esta gastronomía tan rica como sana y que tiene en Daiwa uno de sus mejores y más atrevidos exponentes en la ciudad. Así, además de los maravillosos platos como el sushi, el sashimi o los makis y nigiris, en Daiwa, por ejemplo, se puede degustar un atún Toro que es digno de mención. Tampoco se quedan atrás el queso crema, makis o los nigiris con oro comestible, un bocado delicado que gusta tanto a la joven clientela del negocio como a los más experimentados, que abarrotan cada jornada este amplio y coqueto establecimiento
"En un par de generaciones, el sushi será tan español como la croqueta" anunció en una ocasión Ferran Adrià y seguro que ni tanto tiempo hará falta que esperemos para que forme parte de la cultura gastronómica, sobre todo de las jóvenes generaciones.
